En nuestro día a día, queremos aportar alegría, confianza, entusiasmo tanto a la persona mayor que cuidamos como a la familia.
Generar un espacio de confort capaz de potenciar la socialización entre las personas, atender a las necesidades de salud y acompañar en las emociones y sentimientos.
Toda la actividad diaria está orientada a:
- Atender y reeducar las actividades básicas de la vida diaria.
- Trabajar las capacidades funcionales y cognitivas.
- Trabajar las habilidades de comunicación, afectividad y empatía entre las personas
- Acompañar en las situaciones de pérdida y el luto que las acompaña.
Una atención centrada en la persona, integral y especializada, que mejora la calidad de vida tanto de las personas atendidas como de su entorno más cercano.